Depresión otoñal y alimentación sana
Pasar del verano al invierno sin la aclimatación del otoño es una constante cada vez más frecuente en nuestras latitudes, quizá debido al calentamiento global que está acortando las estaciones en un caso y alargando otras.
La etapa de transición del otoño que ayuda al organismo a afrontar el cambio de actividad está desapareciendo y con ello la capacidad del organismo de aclimatarse antes de la llegada de los fríos intensos y de la falta de luz. El proceso de adaptación de una estación a otra es la clave para escapar de la depresión que provoca un cambio tan radical en nuestros hábitos.
Para contrarrestar este acelerado proceso es necesario depurar el organismo para que elimine sustancias superfluas y mantener un equilibrio entre reposo y actividad física y mental. Una buena medida para evitar la depresión que provoca estos cambios de estación es tomar baños de sol y de aire siempre que el clima nos lo permita e intentar mantenerse ocupado s y activos, también está demostrado que una mente positiva es la base de una buena salud.
Plantearnos nuevos retos que nos ilusionen después de dejar atrás la alegría y la vitalidad del verano nos ayuda a evitar la melancolía, aunque a veces es bueno sentir este tipo de emociones.
Estos simples consejos pueden aminorar los efectos del organismo y prepararlo para el cambio de estación. A esto añadiremos uno de los factores más importantes para mantener un óptimo nivel de energía: Una alimentación equilibrada y saludable, rica en cereales integrales, frutas y verduras frescas y algún suplemento dietético que aumente nuestras defensas de forma natural.
En este enlace encontrará un listado de alimentos no saludables que deberían evitarse si queremos mantenernos sanos física, síquica y emocionalmente. Una a alimentación saludable y ecológica a ser posible, nos puede ayudar a paliar la melancolía del otoño